El éxito de un Programa de Integridad no depende solo de los documentos o procedimientos formales, sino del liderazgo ético que lo impulsa. En las empresas proveedoras del Estado chileno, el ejemplo que da la alta dirección determina si el cumplimiento será una práctica viva o un requisito olvidado en un archivador.
En este artículo exploramos cómo el liderazgo ético influye directamente en la sostenibilidad de los programas de integridad y cómo fortalecerlo dentro de tu organización.
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Qué es el liderazgo ético

El liderazgo ético es la capacidad de dirigir con coherencia, integrando los valores de honestidad, transparencia y responsabilidad en cada decisión empresarial.
A diferencia del liderazgo tradicional, no se basa solo en la productividad, sino en la integridad como principio rector.
Este enfoque permite a las empresas cumplir con la Ley 20.393 y el Dictamen CGR E370752/2023, no solo formalmente, sino desde la convicción.
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Por qué el liderazgo ético sostiene el cumplimiento

En los procesos de fiscalización, Contraloría y ChileCompra suelen identificar si el programa cuenta con respaldo real de la dirección. Cuando los líderes promueven activamente la ética, el cumplimiento deja de ser una imposición externa y se transforma en un compromiso colectivo.
Los beneficios son múltiples:

• Menor riesgo de incumplimientos y sanciones.
• Mayor motivación del personal.
• Mejora en la reputación institucional.
• Aumento de la confianza de clientes y organismos públicos.

Empresas con liderazgo ético fuerte logran que su Programa de Integridad sea sostenible a largo plazo.
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Cómo fortalecer el liderazgo ético en tu empresa

• Capacita a los líderes y mandos medios en ética y cumplimiento.
• Integra la integridad como indicador en la evaluación de desempeño.
• Comunica de forma transparente las decisiones corporativas.
• Reconoce las conductas éticas del personal.
• Asegura coherencia entre discurso y acción.

Estas medidas consolidan la confianza interna y proyectan una imagen institucional sólida.
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Caso destacado

Una empresa de servicios tecnológicos implementó un comité de ética liderado por su director general. A partir de esta decisión, se incrementó la participación en capacitaciones y se redujeron en un 70 % las incidencias reportadas en su canal de denuncias. Su modelo fue presentado como buena práctica en ChileCompra.
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Conclusión

El liderazgo ético es el corazón del Programa de Integridad.
Cuando la dirección lidera con el ejemplo, los valores se transforman en cultura y el cumplimiento se vuelve sostenible.
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