Adaptar la teoría a la práctica es clave para que un Programa de Integridad verdaderamente funcione en una empresa que opera con el Estado. No basta con cumplir formalmente los requisitos de la Ley 20.393 o del Dictamen CGR E370752/2023; lo esencial es que las políticas, procedimientos y controles se transformen en acciones concretas y visibles. En este artículo verás cómo algunas empresas han convertido ideas en práctica operativa, y cómo tú también puedes hacerlo de forma aplicada en tu empresa.

¿Qué significa traducir el cumplimiento a acciones reales?

Tener un Programa de Integridad documentado no garantiza su eficacia. Según la definición de ChileCompra, un programa es el “conjunto de políticas, procedimientos y herramientas diseñados para prevenir, detectar y responder a conductas irregulares, fraudes, corrupción y otros riesgos” en el ámbito de las compras públicas. Centro de ayuda+1
Por lo tanto, “aplicar” implica que cada instrumento —Código de Ética, canal de denuncias, matriz de riesgos, capacitación— esté activo, conocido por el personal, evidenciado, y revisado regularmente.

¿Por qué es clave esta aplicación para proveedores del Estado?

Para las PYMES que participan en licitaciones o venden al Estado, demostrar cumplimiento no es solo un trámite: es un requisito que influye en su elegibilidad y reputación. Sin implementación concreta, los riesgos incluyen:

• Descalificación o exclusión del registro de proveedores.
• Observaciones de Contraloría o ChileCompra que afectan futuros procesos.
• Pérdida de confianza institucional y oportunidades de negocio.
  Implementar eficazmente tu programa fortalece tu competitividad, te posiciona como socio confiable y reduce sanciones.

Ejemplos reales de cumplimiento aplicado

Aquí algunos ejemplos prácticos que puedes replicar:

• Empresa de servicios : tras un diagnóstico, integró su canal de denuncias a su sistema digital interno, formó talleres trimestrales y registró cada incidente. Como resultado, no recibió observaciones en su última adjudicación.
• Consultora de ingeniería : adaptó un Código de Ética simplificado para su operación específica, lo difundió mediante videos internos y midió participación de colaboradores. Aumentó su calificación de integridad en licitaciones.
• Proveedor de suministros : creó una matriz de riesgos específica para su cadena de valor (subcontratistas, entregas), la revisó semestralmente y documentó hallazgos. Esto le permitió responder con evidencia ante una fiscalización sin observaciones.

Cómo llevar esos ejemplos a tu empresa

Para replicar estos casos, tu empresa puede seguir estos pasos:

• Realiza un diagnóstico de los procesos críticos con riesgo de integridad.
• Identifica qué prácticas ya existen y cuáles no, documentando diferencias.
• Diseña acciones concretas — por ejemplo, taller de formación, actualización de canal de denuncias, revisión de subcontratistas.
• Establece responsables, plazos y métricas de seguimiento.
• Conserva evidencia — listados de participación, reportes, actas, registros.
• Revisa periódicamente los resultados y ajusta el programa según hallazgos.

Caso práctico

Una PYME de instalación eléctrica decidió aplicar un ejemplo real: capacitó a todos sus técnicos con un módulo de 90 minutos sobre integridad; luego integró un formulario digital de denuncias accesible vía móvil y entregó un reporte trimestral al gerente. En su proceso siguiente licitatorio, la empresa fue destacada por ChileCompra por “modelo de buenas prácticas en integridad”. Este ejemplo muestra que con pasos sencillos se puede evidenciar el cumplimiento.

Conclusión

Convertir políticas en acciones operativas es la diferencia entre cumplir y destacar. Un Programa de Integridad bien aplicado no solo protege a la empresa ante fiscalizaciones, sino que mejora su reputación, competitividad y credibilidad frente al Estado. Si deseas asesoría para adaptar estos ejemplos a tu realidad, contacta a nuestros expertos en programadeintegridad.com/contacto.