Cómo mantener actualizado tu Programa de Integridad año a año
junio 24, 2025
Qué tipo de evidencia se necesita para acreditar implementación ante el Estado
junio 26, 2025
Cómo mantener actualizado tu Programa de Integridad año a año
junio 24, 2025
Qué tipo de evidencia se necesita para acreditar implementación ante el Estado
junio 26, 2025

Cada vez más empresas chilenas están buscando integrar su Programa de Integridad con los sistemas de gestión ISO que ya tienen implementados, como ISO 9001 (calidad), ISO 37001 (anticorrupción) o ISO 37301 (compliance). Esta integración no solo mejora la eficiencia administrativa, sino que refuerza la trazabilidad, la transparencia y el cumplimiento normativo exigido por la Ley 20.393, la Ley 21.595 y las directrices de la Contraloría General de la República.

El Programa de Integridad y las normas ISO tienen en común su enfoque basado en procesos, mejora continua y evidencia documentada. En Programa de Integridad – Maxing ayudamos a las empresas a combinar ambos sistemas bajo una lógica única, evitando duplicidades y fortaleciendo su reputación ante el Estado y el mercado.

El primer paso para integrar ambos modelos es identificar los puntos de convergencia. Por ejemplo, el componente de liderazgo y compromiso de la dirección, presente en todas las normas ISO, coincide con la obligación del Programa de Integridad de contar con la aprobación formal de la alta gerencia. Asimismo, las cláusulas de evaluación de riesgos y controles preventivos de ISO 37301 y 37001 se alinean directamente con la matriz de riesgos de integridad que exige la normativa chilena.

El segundo paso es unificar la documentación. Las empresas que ya operan con normas ISO cuentan con procedimientos, registros y auditorías. Integrar el Programa de Integridad implica adaptar esos documentos para incluir aspectos de cumplimiento, ética y probidad. Por ejemplo, los procedimientos de compras o de evaluación de proveedores pueden incorporar criterios de integridad y transparencia. De esta forma, se evita duplicar documentos y se mantiene la coherencia del sistema.

El tercer paso consiste en establecer un marco común de auditoría y revisión. Tanto los sistemas ISO como el Programa de Integridad requieren auditorías periódicas. En lugar de realizar procesos separados, se pueden unificar bajo un mismo calendario y metodología. Esto permite revisar simultáneamente los indicadores de calidad, cumplimiento y ética, generando reportes integrados que facilitan la trazabilidad y reducen costos administrativos.

Un cuarto elemento clave es alinear la capacitación del personal. La formación en integridad puede complementarse con los programas de capacitación en calidad o seguridad ya existentes. Lo importante es que los trabajadores comprendan que la integridad no es un tema aislado, sino un principio transversal que aplica a todas las áreas de la organización. En Maxing desarrollamos programas de formación que combinan las exigencias de las normas ISO y de la legislación chilena en materia de cumplimiento.

El siguiente paso es la creación de indicadores de desempeño integrados. Las empresas deben medir no solo su eficacia operativa, sino también su nivel de cumplimiento ético. Algunos ejemplos de indicadores pueden ser el número de capacitaciones realizadas, la cantidad de denuncias gestionadas, el nivel de conocimiento del programa o los hallazgos corregidos en auditorías. La medición constante permite demostrar mejora continua, un principio compartido tanto por ISO como por el compliance moderno.

Finalmente, integrar el Programa de Integridad con un sistema de gestión ISO brinda una ventaja competitiva importante. Permite demostrar ante ChileCompra y la Contraloría que la empresa no solo cumple con la ley, sino que lo hace bajo estándares internacionales de gestión. Esta sinergia eleva la confianza de los clientes, mejora la eficiencia interna y posiciona a la organización como referente en ética y sostenibilidad corporativa.

En Maxing acompañamos a las empresas en la integración del Programa de Integridad con sus sistemas ISO existentes, asegurando coherencia documental, alineación normativa y valor estratégico para la gestión.