Errores frecuentes al implementar un Programa de Integridad en PYMES
junio 23, 2025Cómo combinar el Programa de Integridad con tu sistema de gestión ISO
junio 25, 2025Mantener actualizado el Programa de Integridad es una obligación esencial para todas las empresas que buscan cumplir con la Ley 20.393, la Ley 21.595 y las exigencias de la Contraloría General de la República. No basta con implementar el programa una sola vez; la integridad es un proceso vivo que debe revisarse, evaluarse y mejorarse de manera constante. Las normas y los riesgos cambian, y un programa desactualizado puede ser tan inefectivo como no tener ninguno.
En Programa de Integridad – Maxing insistimos en que la actualización anual del programa no es un trámite administrativo, sino un ejercicio estratégico que fortalece la cultura ética y la sostenibilidad de la organización. Un modelo que se revisa regularmente demuestra que la empresa no busca cumplir por obligación, sino por convicción.
El primer paso para mantener el programa actualizado es revisar los cambios normativos. En Chile, las leyes que regulan la integridad y el cumplimiento se han vuelto más dinámicas. La entrada en vigencia de la Ley 21.595 de Delitos Económicos cambió la forma en que las empresas deben prevenir riesgos y acreditar cumplimiento. Cada año, el responsable de cumplimiento debe verificar si hay nuevas disposiciones legales, dictámenes de la Contraloría o exigencias de ChileCompra que requieran ajustes en las políticas o procedimientos internos.
El segundo paso consiste en evaluar el grado de cumplimiento efectivo del programa. Para ello se recomienda realizar una auditoría interna o una autoevaluación documentada. Esta revisión debe analizar la implementación del canal de denuncias, la frecuencia de las capacitaciones, la actualización del código de ética y la trazabilidad de las evidencias. Si se detectan brechas o debilidades, se deben registrar y generar planes de acción para corregirlas.
Un tercer paso clave es actualizar la matriz de riesgos de integridad. Los riesgos empresariales evolucionan con el tiempo: nuevos contratos, proveedores, servicios o tecnologías pueden generar exposiciones distintas. Actualizar la matriz permite ajustar las medidas de prevención y mantener el programa alineado con la realidad operativa de la empresa.
El cuarto paso es revisar y renovar las políticas internas. Algunas políticas pueden volverse obsoletas o ineficaces con los años. Por ejemplo, los procedimientos de contratación o las normas sobre relaciones con entidades públicas pueden requerir actualizaciones según nuevas exigencias o contextos regulatorios. Una buena práctica es incluir la revisión anual de políticas como parte del calendario corporativo.
También es importante renovar la capacitación del personal. La integridad se fortalece cuando los trabajadores reciben formación continua. Cada año, deben actualizarse los contenidos, incorporar ejemplos recientes y reforzar el uso correcto del canal de denuncias. En Maxing ayudamos a las empresas a mantener un plan de capacitación anual que acredita cumplimiento y promueve cultura ética.
Otro aspecto esencial es la documentación de las actualizaciones. Toda modificación debe quedar registrada mediante actas, resoluciones o informes del Encargado de Cumplimiento. Esta evidencia es la que respalda ante fiscalizaciones o licitaciones que el programa no es estático, sino que se revisa de manera constante. La trazabilidad documental es uno de los elementos más valorados en auditorías de integridad.
Por último, es recomendable solicitar una revisión externa al menos cada dos o tres años. Un evaluador independiente puede detectar aspectos que el equipo interno no ve, asegurando imparcialidad y calidad técnica. Este tipo de revisión también sirve como preparación para procesos de certificación o fiscalización pública.
Mantener actualizado el Programa de Integridad es una inversión en reputación, cumplimiento y sostenibilidad. Un modelo vigente demuestra que la empresa aprende, se adapta y mejora continuamente. En Maxing ofrecemos acompañamiento integral para revisar, ajustar y fortalecer programas de integridad, asegurando que cada actualización sume valor y cumpla con los más altos estándares legales y éticos.
