Checklist para implementar un Programa de Integridad funcional y auditable
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junio 2, 2025El Código de Ética es el corazón de todo Programa de Integridad. Representa el compromiso formal de la empresa con la transparencia, la probidad y la conducta responsable. En Chile, este documento adquiere especial relevancia a partir de la Ley 20.393, la Ley 21.595 y el Dictamen CGR E370752/2023, que exigen que las empresas proveedoras del Estado cuenten con políticas éticas y preventivas verificables.
En este artículo de Programa de Integridad – Maxing aprenderás cómo redactar un Código de Ética alineado con la normativa chilena, adaptado al tamaño de tu empresa y listo para ser acreditado ante las autoridades públicas.
La función del Código de Ética
El Código de Ética define los valores y principios que guían el comportamiento de todos los miembros de la organización. Es más que un documento decorativo: debe ser una herramienta práctica que oriente las decisiones y prevenga conductas indebidas.
Su principal objetivo es establecer límites, responsabilidades y mecanismos de denuncia que promuevan una cultura de integridad en todos los niveles.
Requisitos legales y buenas prácticas
Según las normas chilenas de cumplimiento y probidad, el Código de Ética debe:
- Reflejar los valores corporativos y el compromiso con la integridad.
- Incluir normas de conducta aplicables a directivos, empleados y proveedores.
- Incorporar la referencia expresa a la Ley 20.393 y la Ley 21.595.
- Establecer mecanismos de denuncia y canales seguros de comunicación.
- Contemplar sanciones en caso de infracciones.
El Dictamen de la Contraloría exige, además, que el documento sea público y conocido por los trabajadores, ya que la mera existencia formal no basta para acreditar cumplimiento.
Aprende más sobre los requisitos normativos en Certificación y Cumplimiento Legal.
Estructura recomendada de un Código de Ética
Un Código de Ética debe ser claro, breve y comprensible. No necesita lenguaje jurídico complejo, sino mensajes que orienten la conducta cotidiana de los colaboradores.
A continuación, se presenta una estructura recomendada:
- Declaración de principios: define los valores centrales de la organización (honestidad, respeto, responsabilidad, transparencia).
- Alcance: especifica a quiénes aplica el código (empleados, directivos, proveedores, contratistas).
- Compromiso con la ley: declara la adhesión a la legislación chilena y al marco regulatorio vigente.
- Normas de conducta interna: detalla las políticas sobre regalos, conflictos de interés, uso de recursos y relaciones con autoridades públicas.
- Canal de denuncias: establece los medios para reportar irregularidades, garantizando confidencialidad y no represalias.
- Sanciones: define consecuencias proporcionales para las infracciones.
- Vigencia y actualización: indica la fecha de aprobación, el responsable del seguimiento y el proceso de revisión anual.
Si tu empresa aún no cuenta con un canal de denuncias activo, revisa Capacitaciones sobre Integridad para aprender cómo implementarlo.
Errores comunes al redactar un Código de Ética
Muchas empresas cometen errores al elaborar su código, restándole valor práctico y credibilidad. Los más frecuentes son:
- Copiar modelos genéricos sin adaptarlos a su realidad.
- Usar lenguaje excesivamente legalista o ambiguo.
- No difundir el documento entre los trabajadores.
- No registrar evidencia de su entrega o firma.
- No actualizarlo frente a cambios normativos.
Un Código de Ética debe reflejar la cultura y el contexto de cada organización, no ser una simple plantilla.
Cómo validar y acreditar tu Código de Ética
Una vez redactado, el código debe ser validado por la gerencia y comunicado formalmente a todo el personal.
Para acreditarlo ante ChileCompra o Contraloría, asegúrate de:
- Contar con acta de aprobación firmada.
- Mantener registro de difusión y recepción.
- Incorporar el documento en tu carpeta de cumplimiento.
- Relacionarlo con el resto del Programa de Integridad.
Consulta modelos y ejemplos acreditados en nuestros Casos de Éxito.
Conclusión
El Código de Ética no solo es una obligación normativa, sino una herramienta de liderazgo y reputación. Un documento bien elaborado demuestra que la empresa entiende y aplica la integridad como un principio operativo, no como un requisito formal.
En Maxing acompañamos a las empresas en la redacción, validación e implementación de Códigos de Ética alineados con las leyes chilenas, asegurando cumplimiento real y sostenibilidad ética a largo plazo.
